✅ La Real Fecha Oculta de La Navidad y Lo Que Celebra el 25 de diciembre


La refutación de la fecha tradicional de Navidad (25 de diciembre) se articula mediante la convergencia coherente de pistas bíblicas, históricas y astronómicas, las cuales apuntan de manera consistente al otoño, específicamente a septiembre del año 4 antes de Cristo.

A continuación, se detalla cómo se interconectan estas tres líneas de evidencia:


1. Pistas Bíblicas (Evidencia Terrenal y de Calendario)

Las escrituras descartan el invierno y, a través del calendario del templo, sugieren el otoño:

• Refutación de la Fecha Tradicional: La Biblia no menciona en absoluto que Jesús naciera el 25 de diciembre. Esta fecha fue adoptada por la Iglesia Primitiva unos 300 años después de Cristo, alineándola estratégicamente con la popular fiesta romana del "Nacimiento del Sol Invicto" para cristianizar una celebración pagana.

• El Clima y los Pastores: El Evangelio de Lucas relata que los pastores vivían en el campo por la noche. Quien conoce Israel sabe que los inviernos son fríos y lluviosos, y los rebaños eran resguardados entre noviembre y febrero. Esta pista del entorno descarta prácticamente el invierno, apuntando a la primavera u otoño.

• El Censo Romano: Se cuestiona la lógica de que los romanos, siendo prácticos, organizaran un censo masivo que obligaba a viajar en pleno invierno, cuando los caminos eran un desastre. Esto también descarta el invierno, apoyando primavera u otoño.

• La Cronología del Templo (Matemática): La clave para fechar el nacimiento de Jesús se encuentra en la historia de su primo, Juan el Bautista. El padre de Juan, Zacarías, servía en el templo como parte de la división sacerdotal de Abías, cuyo turno, por registros históricos, era a finales de mayo. Si la concepción de Juan ocurrió poco después, y el ángel Gabriel visitó a María seis meses después, al contar los nueve meses de embarazo de María, el nacimiento de Jesús se sitúa directamente en septiembre.

2. Pistas Astronómicas (La Señal del Cielo)


El evento celestial asociado con el nacimiento también se sitúa en el otoño:

• La Estrella de Belén: Este no fue un evento simple, sino una rarísima conjunción planetaria entre Júpiter (el planeta Rey) y Saturno (asociado al pueblo judío). Esta alineación ocurrió además en la constelación de Piscis, también vinculada a Israel, creando un mensaje potente de que "un rey ha nacido para los judíos".

• El Inicio de la Señal: Este espectáculo celestial no duró una noche, sino meses, y comenzó en septiembre del año 7 antes de Cristo. Esto es crucial porque dio tiempo a los magos para ver la señal, entenderla e iniciar su largo viaje. El anuncio cósmico comenzó en otoño.

3. Pistas Históricas (La Ventana Temporal)


Los registros seculares confirman que el nacimiento tuvo que ocurrir antes de una fecha límite temprana, apoyando el otoño:

• La Muerte del Rey Herodes: El historiador Flavio Josefo registra que Herodes el Grande murió a principios del año 4 antes de Cristo, poco después de un eclipse de luna.

• Confirmación de la Fecha Límite: Este hecho establece una fecha tope: Jesús debió nacer con tiempo suficiente para que los magos viajaran, hablaran con Herodes y este ordenara la masacre.
• Articulación Final: Un nacimiento en el otoño del año 4 a. C. encaja "como un guante" en esta ventana histórica, ocurriendo justo unos meses antes de la muerte de Herodes.

La Conexión Teológica


Para entender el "por qué" de la precisión de esta fecha en otoño, las pistas bíblicas y el calendario se unen a la teología:

• El evangelio de Juan afirma que "el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". La palabra clave en griego original es esquinos, que significa literalmente "montar una tienda de campaña" o "hacer tabernáculo".

• Esto establece una conexión directa y profunda con la Fiesta de los Tabernáculos (Sucot), que se celebra precisamente en otoño. Sucot conmemora cómo Dios habitó con su pueblo en el desierto. Este simbolismo es perfecto: Dios montando su "tienda de carne y hueso" en medio de la humanidad durante la fiesta que celebra exactamente esa acción.

De esta manera, las pistas del campo (pastores), del templo (calendario sacerdotal), de los cielos (conjunción planetaria) y de la historia secular (muerte de Herodes) convergen de manera consistente para refutar el 25 de diciembre y señalar la misma estación: el otoño. Esta sincronización, desde el movimiento de los planetas hasta los turnos de los sacerdotes, sugiere una demostración de precisión divina.

Fuente: nuestro canal de YouTube Notas Bíblicas.