¿Cuáles Son Las Razones y Los Beneficios del Ayuno de Ramadán?

¿Con Qué Objetivo, Por Qué y Para Qué Ayunan Los Musulmanes Durante Todo Un Mes?

Veamos todo sobre este ayuno de ramadán, el mes sagrado durante el cual los musulmanes de todo el mundo se reencuentran con su fe. Este acto es un recuerdo del Señorío de Al-lah que cada año es cumplido fielmente ya es que considerado como uno de los 5 pilares del Islam, pero ¿cuáles son los objetivos, razones o beneficios?
Happy Ramadán
No tenemos ninguna duda de la importancia de este ayuno para el Islam, trataremos de hacer nuestro aporte sobre este tema de forma muy respetuosa hacia nuestros hermanos y amigos musulmanes y si uno de ellos pasa por este sitio web, pues que nos haga su aporte por medio de un comentario. Siempre nos gustan las fuentes de primer orden por lo que la opinión de un practicante de este ayuno sería fundamental para complementar esta información.

Los Fundamentos del Ayuno: Por Qué Ayunan Los Musulmanes En Esta Fecha?


El ayuno es uno de los cinco pilares del Islam. Es observado porque Al-lah lo ha prescrito. No puede haber ninguna otra razón que el mandato de Al-lah para realizarlo. Si el ayuno es observado por otra razón que la prescripción de Al-lah entonces no es considerado como un acto de adoración. Al igual que todo el resto de actos de adoración, el ayuno tiene mucha sabiduría también.


El ayuno en Ramadán es un recuerdo del Señorío de Al-lah

Al-lah creó la tierra en forma de una mesa llena de varios tipos de alimentos y dones. Él colocó todo tipo de dones en esta mesa de una forma inesperada. De este modo, Él mostró Su perfecto Señorío, Beneficencia y Misericordia.

ayuno en Ramadán

Durante el mes de Ramadán, los creyentes de repente se convierten en un ejército bien disciplinado. Según se aproxima el atardecer, ellos despliegan una actitud de adoración como si, habiendo sido invitados al banquete del Monarca Pre-eterno, estuvieran esperando la orden de "Servíos". Ellos responden así a esa misericordia universal con un acto de adoración elevado y global, el ayuno que entre otras cosas:

1- Beneficencia: la compasión de Al-lah, que proporciona alimentos y dones a todos Sus siervos, ya sean creyentes o no, y a todas las criaturas.

2- Misericordia: el eterno afecto y compasión de Al-lah especialmente por los creyentes en el Más Allá.

3- Señorío: Al-lah da a todas sus criaturas lo que sea, cuando sea y donde sea que ellas lo necesiten, así como Su enseñanza y dirección.

El Ayuno del Ramadán Abre La Vía Para Agradecer A Al-lah


Al-lah ha colocado numerosos dones en la tierra en forma de una mesa para los seres humanos y quiere que ellos le muestren agradecimiento a cambio. Nosotros podemos mostrar este agradecimiento conociendo que esos dones proceden directamente de Él y apreciándolos y sintiendo que los necesitamos.

El ayuno de Ramadán es, pues, la llave hacia un auténtico, sincero, extenso y universal agradecimiento. En otros momentos del año, la mayoría de aquellos que no sufren especiales circunstancias no comprenden el valor de muchos dones, ya que ellos nunca han experimentado un hambre real.

Aquellos cuyos estos estómagos están llenos, especialmente si son ricos, no comprenden el grado de bendición que hay en cada trozo de pan. Sin embargo, cuando llega la hora de romper el ayuno, el sentido del gusto da testimonio de que el pan duro es un valioso don divino a ojos de un creyente. Durante Ramadán, todos, desde el más rico al más pobre, manifiestan su gratitud al comprender el valor de estos dones.

Además, dado que el comer está prohibido durante el día, el creyente obtendrá el siguiente conocimiento: "Esos bienes no me pertenecen. No soy libre de comerlos, ya que ellos son una propiedad y un regalo de otro. Yo espero su orden". Él reconocerá que se trata de un don y una bendición y mostrará entonces su agradecimiento. De este modo, el ayuno, bajo esta perspectiva, es una llave que abre el sentimiento de gratitud, que es una obligación fundamental del ser humano. En resumen, podemos decir lo siguiente:

A)- El ayuno del Ramadán es la clave para una gratitud auténtica, sincera, extensa y universal.

B)- El hombre recuerda las bendiciones del ayuno; él piensa en lo valiosas que son y siente la necesidad de agradecer al Ser que se las ha concedido.

C)- La gente comprende la situación de los pobres gracias al ayuno

Los hombres fueron creados de varios tipos en términos de ingresos. Al-lah pide al rico que ayude al pobre debido a esa diferencia. En realidad, el rico sólo puede comprender la mala situación en que se hallan los pobres cuando pasa hambre durante el ayuno. De este modo, él se sentirá más inclinado a llevar a cabo su deber de proporcionar ayuda a estas personas.

Desde el punto de vista de un musulmán este debe agradecer a Al-lah por lo siguiente:

1- Saber que esos dones vienen directamente de Él.

2- Apreciar su valor.

3- Sentir que necesitamos esos dones.

4- El ayuno disminuye el sentimiento de orgullo en el alma y le recuerda su estado de servidumbre.

El ser humano quiere ser libre e independiente y se considera así. Según los dictados de su naturaleza, él incluso imagina tener un señorío y desea actuar como le plazca. No quiere admitir que está siendo sostenido y formado a través de innumerables dones y bendiciones. Especialmente si posee riqueza y poder en este mundo y si su despreocupación también le alienta, devorará los divinos dones como un animal usurpador y ladrón.

De este modo, en el mes de Ramadán, cada ser humano, desde el más rico al más pobre, entiende que no es dueño de sí mismo, sino que es propiedad de otro; que no es libre, sino un siervo. Comprende que si no recibe una orden es incapaz de realizar hasta la cosa más nimia y fácil, como extender su mano hacia el agua. De este modo, su orgullo se ve hecho así añicos. Entonces, comienza a llevar a cabo actos de adoración y a expresar su agradecimiento, lo cual es su auténtica obligación.

El Ayuno de Ramadán Disciplina el Alma Purificándola de La Inmoralidad


El ser humano no piensa en lo débil y transitorio de su existencia y en lo sujeto que puede estar a los desastres. Tampoco valora el hecho de que su cuerpo físico está compuesto meramente de carne y huesos, que rápidamente declinan y se dispersan. Él se imagina que no va a morir y que su vida en este mundo es eterna, como si su cuerpo estuviera hecho de acero. Además, olvida que es su Creador el que le sostiene con una perfecta compasión. No piensa en los resultados de su vida y en la vida en el Más Allá y por ello se regodea en su mala conducta.

De este modo, el ayunar en el mes de Ramadán despierta incluso al alma más descuidada y obstinada a la realidad de su debilidad, impotencia y necesidad. Cuando sufren hambre, los seres humanos piensan en sus estómagos y comprenden la necesidad que hay en su interior. También entienden lo débiles que son sus cuerpos y la necesidad que tienen de cuidado y compasión.

El ayuno de Ramadán se constituye un hadiz:

"El ayuno es un escudo; nunca digas malas palabras mientras estás ayunando. Si alguien intenta luchar contigo, di: "Estoy ayunando; estoy ayunando"." (Muslim, Siyam, 30)

Ramadán es el mes del Corán

Durante Ramadán es como si el mundo del Islam se convirtiera en una gran mezquita. En cada esquina de esta poderosa mezquita, millones de aquellos que conocen el Sagrado Corán de memoria hacen que los habitantes de la tierra oigan este divino llamamiento. Algunos de los miembros de esta vasta congregación escuchan a los recitadores con reverencia, mientras que otros leen el Libro ellos mismos.

En cada Ramadán se recuerda el decreto del siguiente verso: "Es el mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como prueba clara de la Dirección y del Criterio". (2:183). Él prueba que Ramadán es el mes del Corán.

Gracias al ayuno, los creyentes sienten el honor de pertenecer a una hermosa congregación en la mezquita del universo. Ellos creen que sería una grave falta de respecto a la congregación de la mezquita el seguir los apetitos del cuerpo en ese recinto sagrado y comer y beber allí.

"El mes de Ramadán es como una exposición de gran rentabilidad y un mercado para el comercio del Más Allá. Es un trozo de terreno extremadamente fértil para las cosechas del Más Allá. Para el crecimiento y florecimiento de las acciones es como las lluvias de abril en la primavera". Badiuzzaman

Ramadán es un mes de comercio para el Más Allá

El mes de Ramadán es como una exposición de gran rentabilidad y un mercado para el comercio del Más Allá. Es un trozo de terreno extremadamente fértil para las cosechas del Más Allá. El mérito de las buenas obras durante el mes de Ramadán es mil veces mayor que el de esas mismas acciones en otras partes del año. En la Noche del Destino (Lailatul Qadr), esto se eleva hasta las 30.000 veces.

Ciertamente el mes de Ramadán incluye, y hace ganar, una vida eterna y permanente en esta breve y transitoria vida. Un solo Ramadán puede producir tantos frutos como el de una vida de ochenta años. El hecho de que, según el Corán, la Noche del Destino valga más de mil meses es una prueba decisiva de ello.

El ayuno es una dieta para la salud del hombre

El ayuno es una dieta física y espiritual única. El comer y beber cuanto a uno place es dañino desde el punto de vista médico. El abalanzarse sobre todo lo que uno encuentra sin considerar si es lícito o lícito es también un veneno para la vida espiritual.

Ver publicación anterior y más completa sobre el ayuno del ramadán: quiénes deben ayunar, cómo hacerlo, las cosas que lo invalidan y todo lo que debes saber, también otra sobre los diás más importantes de la historia!

Debido al ayuno del Ramadán, el cuerpo se acostumbra a un tipo de dieta y aprende a escuchar y obedecer las órdenes. Además, de esta forma, se le evitarán enfermedades a este débil estómago, como sucede al llenarlo de comida antes de haber digerido incluso los alimentos previamente consumidos. Y al abandonar las acciones lícitas, como se le ha ordenado, el ser humano adquirirá la capacidad de obedecer las órdenes de la Shariah y de la razón, así como a evitar otras acciones ilícitas.

El ayuno recuerda al hombre que es un siervo

El alma no quiere reconocer a su Señor; quiere ostentar su propio señorío, como el Faraón. Por mucho tormento que sufra, esa característica persiste en ella. Sin embargo, esta última es destruida por medio del hambre. Así, el ayuno de Ramadán asesta un fuerte golpe al orgullo del alma, similar al del Faraón, rompiéndolo en pedazos. El ayuno demuestra su impotencia, debilidad y necesidad.


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Fuente: Temas Islámicos.